martes, 13 de marzo de 2012

Caso PUCP

El caso de la disputa entre la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Iglesia Católica se ha venido desarrollando en diferentes frentes; uno de ellos el de la opinión pública, en el que se emiten pareceres de ambas partes y en diferentes tonos, pero la mayor parte desinformados, basado en hechos solamente intento aclarar algunos y desmentir otros puntos de vista:


La PUCP es “de la iglesia”:
Falso. La PUCP se funda en 1917, (con el nombre de Universidad Católica) uno de los propulsores, y primer Rector fue Jorge Dintilhac, miembro del clero, se supone a partir de esto que el propósito de la existencia de la PUCP es confesional; pudo ser, pero como persona jurídica tiene un desarrollo y una dinámica propios, mal se puede invocar las intenciones de Dintilhac para aseverar que la PUCP es “de la iglesia”; las intenciones de sus creadores, si no son vinculantes desde un punto de vista estrictamente legal tienen poca importancia en este momento. Las personas jurídicas no son de sus creadores, o de las familias o herederos de estos, ¿a alguien se le ocurriría reclamar, digamos, que Alianza Lima es de la familia Pedreschi porque uno de sus fundadores fue Eduardo Pedreschi?

Si no obedece la voluntad de Riva Agüero la PUCP dejará de existir:
Falso. José de la Riva-Agüero elabora su primer testamento en 1933, cuando la universidad tenía 16 años, por tanto, la existencia de la PUCP no tiene relación con la voluntad de Riva-Agüero, quien fallece en 1944, luego de haber modificado varias veces su testamento y cuando la PUCP tenía 27 años. Según las condiciones que establece el documento, al cabo de 20 años de usufructuar los bienes bajo ciertas condiciones que se han cumplido, los bienes pasaron a ser propiedad de la PUCP. No hay modo alguno en que la iglesia pase a ser propietaria de estos bienes, ni que la supuesta (negada) desobediencia a la voluntad de Riva-Agüero signifique la desaparición de la universidad.

Dejará de ser pontificia, por no ajustar sus estatutos a los que manda el Vaticano:
Posible. La Universidad Católica se convierte en Pontificia en setiembre de 1942, como título honorífico, emitido por el papa Pío XII. “Honorífico”, como un doctorado “Honoris Causa”, que si una universidad confiere a una persona, es por lo que hizo, y no por lo que hará; ¿podría el Vaticano retirar un título honorífico concedido a una institución?, no lo sé, es posible, pero sería tan ridículo como que San Marcos retire el Honoris Causa que confirió a Pérez de Cuéllar; en realidad, si ocurriese aquello, quien quedaría mal parado sería el Vaticano y no la PUCP.

No puede ser Católica porque sus enseñanzas no se ajustan a lo que manda el Vaticano:
Falso. La primera acepción de católico (ca) indica que es sinónimo de universal, el vaticano no puede, (en el sentido de que no hay manera en que lo haga) adueñarse de ese término, se ha utilizado y se utiliza en tantas maneras que sería materialmente imposible establecer propiedad sobre él; existen bodegas, restaurantes, colegios, que ostentan como parte de su nombre el término “católico”, y con seguridad no se ajustan a los mandatos del Santo Padre en Roma.

En resúmen, La PUCP no perderá sus bienes a manos de la iglesia, porque esta no es propietaria en modo alguno de ellos; no dejará de existir por voluntad de Riva-Agüero porque los muertos no tienen voluntad (parece una perogrullada, pero alguien argumentó lo contrario) y porque la voluntad que manifestó en su testamento se ha respetado; podría dejar de ser pontificia por voluntad del Vaticano, lo que sería ridículo en infantil de parte de este, y entonces cabría preguntarse, ¿por qué a San Marcos no le retiran la mención honorífica?, San Marcos es pontificia desde 1571 (sic) y hasta donde yo sé, jamás a papa alguno se le ocurrió retirarle esa mención; dicho sea de paso, a muchos sanmarquinos nos tendría sin cuidado lo que haga o deje de hacer el Vaticano.

Leonel Fuentes Avila