miércoles, 6 de mayo de 2015

Haz un esfuerzo

Sé que muchas veces antes ya se hizo este ejercicio, el de imaginar que bajo tu casa se descubre oro, o petróleo, y entonces, ¿cómo reaccionarías? Haz un esfuerzo e imagina conmigo:

1. La alegría inicial por la revalorización de tu terreno se vería opacada por las noticias en la TV. y los diarios, con expertos, políticos y periodistas hablando de cómo, cuándo y a qué precio expropiar tu terreno y en dónde reubicarte, todo esto sin preocuparles si te conviene o no, y si quieres hacerlo o no.

2. Luego vendría la sorpresa e indignación, porque no te quieren comprar tu casa y tu terreno, sino simplemente reubicarte, y a nadie más que a ti y tus vecinos parece preocuparle eso; todo el mundo habla de la cantidad de reservas y de la suma que se va a embolsillar la empresa y el gobierno, por supuesto no lo dicen así, hablan de inversión, canon, y otras cosas que en nada resolverán el problema que se avecina para ti y tu familia.

3. Como eres una persona civilizada y occidental quieres acudir a la prensa para llamar la atención sobre el problema, pero te cerrarán la puerta en la cara, mirándote con desprecio de pies a cabeza, seguramente mascullando algo así como “otro terruco jodiendo”

4. Tus buenos modales y alto grado de civilización te indican que es necesario acudir al gobierno; envías cartas al Presidente de la República, a los ministros involucrados, a los Congresistas de tu región, para todo lo cual, ya estás organizado en grupos vecinales.

5. Pasan meses, o hasta años y nadie te responde, los grupos vecinales permanecen alerta, se vienen las elecciones generales, y entonces tú y tus vecinos votan masivamente por el candidato que promete defender tus intereses y parece estar comprometido con ellos, gana tu candidato.

6. Vienen elecciones municipales y eliges al vecino más comprometido con los intereses de los afectados, gana tu candidato.

7. Luego de algunos meses, el gobierno central, que preside el candidato por el que votaste, decide que debes irte y dejar terreno libre a la explotación minera, tu alcalde dice no, y tú, indignado por tantos meses o años de haber sido ignorado, y sabiendo que no hay otra manera de ser escuchado, te sumas a los pobladores que protestan tomando la carretera junto a tu alcalde, la única forma en que los gobiernos escuchan.

8. Intentas que la toma sea pacífica, pero la policía es agresiva, mete bombas, palo, caballo, inventa y monta escenas para justificar su agresividad, se colude con periodistas corruptos, mueren vecinos; vas perdiendo la calma.

9. Ves que otros sectores de la ciudad y el país, gente a la que considerabas cercana, fraterna, te tilda de terrorista, ves la tele y la prensa mintiendo, tú estabas allí y sabes que la información es tendenciosa, y que los periodistas, al igual que la policía y el presidente por el que votaste no son más que asalariados de los que pretenden quitarte lo tuyo.

10. Ya no hay vuelta atrás, te sientes traicionado por tu propia gente, por tu presidente, por tus vecinos lejanos que ahora te ven como si fueras un imbécil junto a tus vecinos cercanos, hay muertos, hay indignación, tú protestas por ser escuchado, por conservar tu modo de vida, pero el resto te exige que dejes de hacerlo, porque la minería va a traer progreso, inversiones, canon, paz, bienestar, riqueza, te va a dar trabajo a ti y los tuyos, y tú que ya tenías trabajo, y que no quieres cambiarlo a estas alturas, pues nunca te tragaste la idea de ser peón de mina, solamente te preguntas si el resto de gente es tan mierda que no entiende que también tú tienes derechos, y que la vida es una sola, y seguramente ellos harían lo mismo si tuvieran la maldita suerte de que se encontrase oro bajo sus casas.

Leonel Fuentes Avila
Abril 2015

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